Ubicada en las orillas del río Moldava, Praga es seguramente un destino que no se puede perder, ya que dispone de lugares idílicos, calles estrechas de la época medieval, castillos que parecen que se han salido de un cuento y una multitud de monumentos con una arquitectura no sólo tradicional, sino también contemporánea.
La capital de la República Checa, es una ciudad muy atractiva para miles de turistas casi todo el año. A continuación, les vamos a presentar algunas de las razones por las que Praga es un destino no sólo famoso si no también precioso.
El reloj astronómico
El reloj astronómico de Praga se construyó en la época medieval y se ubica en el centro de la ciudad. El reloj con el que se va a encontrar ahora es una copia del prototipo que se destruyó en la Segunda Guerra Mundial. Éste monumento está en el paredón sur de la municipalidad antigua, en la plaza de la ciudad antigua. Dos de los astrónomos más importantes de los siglos XVI y XVII, Tijon y Kepler, vivieron en Praga y trabajaron en el observatorio Benatek, dejando su huella y una significativa contribución en la ciencia astronómica. Además es importante mencionar que Albert Einstein fué profesor de la universidad de la ciudad por un año.
El castillo de Praga
El castillo de Praga está ubicado en el barrio Hradchany. Es uno de los castillos más grandes y antiguos en todo el mundo. En el castillo se encontraban las oficinas de los reyes checos, del Sacro Imperio Romano y de los presidentes de Checoslovaquia y de la República Checa. En el castillo además se guardan las joyas de la Corona Bohemia.